La romeria a la ermita de Santa Anna (Benissa), el 26 de julio

El día 26 de julio se celebra todos los años la romería a la ermita Santa Anna, en Benissa. Esta fue la primera ermita que se construyó en el municipio (1613) y desde ella se ve el barranco de Santa Anna, que se junta con el del Quisi. 

La manera más habitual de acceder a esta ermita es caminando, desde la parada de autobuses enfrente del conocido Bar Frau.

La ermita de Santa Anna es una de las mejor conservadas de todo el municipio. Todos los años, el día 26 de julio se celebra allí una fiesta en honor a su patrona, Santa Anna. Los vecinos han mantenido esta festividad a lo largo del tiempo. Ese es el único día en que la ermita está abierta hasta bien entrada la noche. 

Procesión en Santa Anna | Raúl Martínez

Por la mañana el día empieza con una despertà en la partida y sobre las 11h de la mañana se celebra una misa. En la misa se pueden oír los “gojos”, las canciones de plegaria que los fieles han mantenido a lo largo de la historia. Después de la misa se celebra una pequeña procesión y posteriormente, los vecinos reparten a los asistentes agua limón y coca maría caseros.

Antes de comer se celebran las populares carreras de gallos.

Por la tarde, ese mismo día, la gente se reúne de nuevo. Bajando en romería, toman un refrigerio popular y hay una orquesta que ameniza la estancia. El buen baile está asegurado. 

Ya en la noche, después de unos pequeños fuegos artificiales, la gente se repliega a sus casas de nuevo en romería.

Recomendamos que visitéis esta romería, porque además de ser agradable, es otra forma de conocer nuestra historia de una manera divertida.  Visitar la Ermita de Santa Anna, tiene una preciosa sorpresa interior, que no puedes perderte: unas pinturas que fueron descubiertas hace relativamente poco tiempo.

El origen de las ermitas

Antes de entrar a la misa en Santa Anna | Raúl Martínez

Antiguamente se vivía de la agricultura y de lo que el campo ofrecía en cada momento. Por eso, la mayor parte de los habitantes vivían alrededor del pueblo, lejos del núcleo urbano. La construcción de las ermitas en el municipio era una manera de permitir a los agricultores que pudieran cumplir con sus obligaciones como cristianos, sin tener que dejar de lado sus menesteres. 

Es habitual que en muchas partidas del pueblo de Benissa haya una ermita. Las partidas quedaban muy alejadas del núcleo urbano y en ellas se construyeron viviendas agrícolas donde se criaban animales de corral y se dedicaban única y exclusivamente a la recolección de la siembra. Aún ahora se pueden ver por el campo cómo se suceden los bancales de vid, de almendros y de olivos.

¿Sabías que hay una ruta de ermitas como pasatiempo?  Esa es una historia que dejamos para otro momento…

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